Hay pocas cosas que me revienten más las pelotas (como diría un argentino) que cuando viene el típico cuñado a decirme “bah, si solo le has dado a un botón”. Y me jode no solo cuando me lo dicen a mí. Algún conocido ya se ha llevado algún que otro mordisco cuando ha pasado con el coche por el taller y ha recibido una factura por lo que él considera “apretar dos tornillos”.
Acho… Si fuera tan fácil… ¿No crees que es un poco absurdo que hayas tenido ese problema en el coche durante 3 meses? Coño. Aprieta tú lo que toque y listo. Mucho más sencillo, rápido y barato. Pero, por lo que sea, pues cuando nos toca a nosotros hacerlo no es tan sencillo y hay que asumir una responsabilidad si sale mal y… “huy, mira. Que lo haga otro.”
Con la foto es un poco parecido. Todo el mundo cuando ve la foto o incluso cuando te ve haciendo la foto dice “joder, qué fácil”. Sin embargo, conseguir una muy buena foto de paisaje es de todo menos fácil. Porque ya no es solo que tú tengas que tener los conocimientos, la habilidad y el equipo necesario, es que dependes de muchas otras cosas que no están en tu mano.
Fíjate en este domingo, por ejemplo. Tú eres el mejor fotógrafo del mundo, con el mejor equipo del mundo y con estas condiciones para hacer fotos de auroras boreales…
Coñe… fácil, no. Apretar al botón y listo.
Pues fíjate que tienes toooooodo a favor, menos un pequeño detalle: Hay nubes.
Se jodió.
No hay fotos.
¿Tan fácil no era, eh, cariño?
Valorad mucho mucho cuando las cosas salen. ^^
Por cierto… Recordad que si queréis saber más sobre cómo fotografiar auroras boreales, tenéis este ebook que lo mola todo.