Praga es una ciudad increíble, llena de historia, cultura y arquitectura. Sus calles empedradas, sus puentes medievales y sus iglesias góticas son un deleite para la vista. Sin embargo, también es una ciudad muy popular entre los turistas, lo que significa que suele estar abarrotada de gente, especialmente durante el día.
Supongo que por eso, cuando publiqué un video con los lugares más emblemáticos sin gente la reacción casi unánime fue esta.
Ni pandemia ni leches, lo que hice fue hacer lo que hago siempre: Madrugar como un titán y salir a explorar la ciudad antes de que el sol saliera. Con -4ºC, sí… Pero qué gustazo.
La verdad es que siempre planifico mis viajes a la contra de lo que hace la “gente normal”. Madrugo mucho, disfruto de las primeras horas del día, después desayuno tranquilo y descanso hasta la hora de comer. Me preparo algo en el apartamento y ya salgo a disfrutar del atardecer y de las primeras horas de oscuridad. Vuelta al apartamento pronto que mañana… Hay que volver a madrugar.
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¿Tú cómo te planteas estos viajes? ¿Te animas a probar a ir a contracorriente? Cuéntamelo respondiendo a este email.