El otro día al final del post de las fotos de Oporto, os conté que cuando estaba terminando la sesión me pasó algo… Pues acércate, que te lo “cuento”.
Érase una vez que se era, un guiri muy guapo, muy guapo que apareció en la más alta torre del puente más bonito de todo el reino. Con su melena de color del trigo al viento y sus centelleantes ojos azules, se dirigió, casi con ternura, al orco que por allí pasaba para preguntarle qué tal había ido la jornada.
Y el orco le sonrió. Y le contó todo lo que había visto, pero el precioso guiri pronunció las palabras equivocadas y el amable orco, fse tornó furioso y explotó de ira.
Si quieres saber cuáles fueron esas horribles palabras y cómo termina esta historia, te lo cuento en el blog.