Me flipa pasear por Londres. Sobre todo si hace un poquito de fresco, bien pertrechado con un abrigo y una pequeña cámara. Es que me flipa. No sé cuántas veces he estado ya, pero la disfruta cada vez que voy casi como si fuera la primera vez.
El caso es que, por diversos motivos, estuve varios años sin ir, priorizando nuevos destinos antes que repetir y repetir el mismo. Pero Londres siempre ha estado en mi cabeza. Mi mujer se ríe de mí (entre otras muchas cosas) porque cualquier peli o serie ambientada en Londres automáticamente, POR LO QUE SEA, me encanta.
Y eso… Que empezamos a ver una serie de ciencia ficción con una intro chulísima con la ciudad como protagonista. Y ahí que veo un edificio picudo, enorme en la ribera contraria al Big Ben. Pensando que estaba hecho en postproducción le digo a mi mujer “Joder… Es que está muy bien hecho. PARECE DE VERDAD.”
Sí, amigos. Mucho me gusta la ciudad, pero no me había enterado de que habían construido (en tiempo récord, por cierto) uno de los edificios que serán emblema de Londres en un futuro muy cercano.
Y os puedo asegurar que es un auténtico parque de atracciones si te gusta la fotografía porque se ve desde muchos puntos de la ciudad. ¿Te apetece conocerlo? Pues en Octubre y en Noviembre hago un workshop allí junto con Javier de la Torre en el que vamos a disfrutar como gorrinos en lodazal. ¿Te vienes?